Programación

Review de «The Social Dilemma» por una programadora.

Este artículo puede contener spoilers del documental, así que si no lo has visto aún, has sido advertido o advertida.

Hace un par de días vi el tan sonado documental de Netflix «The Social Dilemma». Este tiene dos perspectivas, la primera desde los programadores o genios de Silicon Valley, que en un momento pertenecieron a compañías como Facebook, Google, etc. Y la segunda perspectiva muestra una dramatización, de lo que pasa en la vida de los adolescentes principalmente, al hacer uso de las redes sociales.

El documental nos habla del por qué la principal preocupación no es que estas compañías tengan nuestros datos, ya que no hay ningún interés en venderlos, por el contrario, todos los datos que recopilan de nosotros les ayudan a tener más y mejores modelos de nuestro comportamiento. Modelos que luego serán utilizados por una inteligencia artificial para brindarnos mejores sugerencias de lo que queremos ver, cuándo lo queremos ver, y sobre todo cuándo y cuáles anuncios mostrarnos. Hasta el momento nada que no hayamos inferido por nuestra propia cuenta ¿Cierto?

Sin embargo, estos modelos, hechos definitivamente por programadores excelentes, son utilizados en nuestra contra. En una parte, porque las apps requieren de nuestra atención, esto para poder lograr la monetización con los anuncios, así que al sugerirnos siempre lo que nos gusta, y darnos esas dosis de dopamina al hacer scroll en la pantalla, perdemos algo increíblemente valioso, que es el tiempo. Segundo, llega un punto en que los anuncios nos manipulan, si en algún momento tuvimos la idea de comprar algo, es posible que la carga de anuncios sea tan grande que al final hagamos esa compra. Y finalmente, nos aísla, y nos hace ver nuestro propio mundo a través de nuestro celular, un mundo que puede ser muy diferente al tuyo.

Con esta información, el debate del uso de las redes queda a criterio de cada persona, al final las tecnologías deben estar a nuestro servicio y ciertamente las redes nos conectan. Debemos aprender a utilizarlas como lo que son: herramientas. Citando una parte del documental «Una herramienta no te pide nada a cambio». Esto lo plantea muy bien mi amigo Oswaldo Maza en su artículo donde además promueve el pensamiento crítico, siendo este tan necesario para el uso de las tecnologías.

Ahora, el verdadero «dilema» desde mi perspectiva, no viene del uso de las redes o no, ya que hay maneras seguras y mejores de usar las redes. Mi dilema viene desde la perspectiva de los programadores. Me imagino en una sala, y me piden crear un algoritmo que sea capaz de mantener a un usuario en pantalla el mayor tiempo posible, mayor a las dos horas máximas recomendadas, sin importar su edad, condición mental, etc,. Utilizar la psicología y la programación juntos para retener a los usuarios. Siendo objetivos, este algoritmo es potencialmente dañino, para cualquier ser humano, especialmente niños. Me pregunto cuál sería mi reacción, ¿Haría el algoritmo?

La realidad es que en el mundo de la ciencia y la tecnología, poco nos enseñan de la ética. La ética es esa disciplina que estudia el bien y el mal, la moral y el comportamiento. Creo que simplemente se asume, que toda tecnología o avance científico estará siempre al servicio del bien común y del ser humano. Sin embargo, históricamente eso ya nos ha salido caro; desde el uso de la ciencia para la creación de la bomba atómica, hasta los hackers de hoy, que generan que usuarios inocentes tengas pérdidas desde unos cientos a miles de dólares cada día.

Si han leído las leyes de la robótica, se darán cuenta de que queremos evitar desde la propia creación de un robot, que este sea incapaz de lastimar a un ser humano. Sin embargo, poco se habla o se nos enseña de los daños que unos seres humanos podemos hacernos a otros, porque cuando pensamos en «daño» solo pensamos en el daño físico, y muy poco en el daño psicológico.

Así que como programadores y científicos, tenemos que tener ética, y cultivar la ética, aunque no nos enseñen en la universidad. Si en tus manos está el poder de afectar a millones de personas, debemos aprender a decir «no». Espero que en el futuro existan regulaciones que impidan este tipo de prácticas en el mundo informático. Si debes crear una herramienta que no esté al servicio del usuario, entonces no estás creando una herramienta, estás creando un arma.

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Un comentario

  • Cristian

    Bueno para empezar es un buen post que va dirigido mas a programadores que a usuarios ya que los usuarios suelen ser los consumidores y desconocen totalmente el origen ,al fin y al cabo las personas no suelen cuestionarse mucho sobre etica y moral a la hora de abrir una app solo quieren contenido que le traiga eso que llaman felicidad , para lo cual los diseñadores van a recurrir a cosas menos dañina, como imagenes subliminales , algo que nos inciten a entrar denuevo, ahora en el caso de los programadores si la tarea es realizar un algoritmo que tenga que escarbar en el subconsciente de la persona y asi llamar su atencion habra q hacerlo el problema seria si invertimos eso para causar daño , tu como un ente de la programacion sabes q eres como un psicologo que puede entrar en la mente de la persona siguiendo mediante intectaciones vizuales y algoritmos llegar al subconsciente del usuario y asi decirle que hacer en este caso solo mantenerse en el app, pero como lo mencionaste esto es un arma de doble filo que al final alguien tendra que hacerlo , la sociedad esta cambiando pero tambien se contrae , nose si einstein hablo sobre eso pero estoy seguro que como materia que somos solo nos queda algo despues de contraernos tanto, gracias por tu post y mas q un admirador tuyo, trato de que me guies en este mundo de locos ,claro mientras no pases al lado oscuro ,cuidate

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