Software Libre: Una alternativa cada vez más llamativa
Sin duda alguna, desde su concepción en los años ochenta, el software libre ha dejado de ser
empleado únicamente por un pequeño nicho de expertos y se ha convertido en una parte de
integral de las tecnologías. Por esto, no es de extrañar que cada vez más ingenieros decidan
formarse en una maestría en Ingeniería de software y sistemas informáticos y construir software
libre.
En este artículo, se hará un breve recorrido sobre el software libre, sus diferencias con su versión
propietaria y qué esperar para el futuro del mismo.
Los orígenes del software libre
Desde los años cincuenta hasta inicios de los años setenta, el software era creado de manera
colaborativa y, generalmente, gratis. Sin embargo, con el crecimiento en ventas de computadores, la
industria vio una oportunidad.
Así, para la década de los setenta, las empresas empezaron a comercializar software, la pieza crucial
para el funcionamiento de las máquinas. Los primeros en incursionar en lo que sería conocido como
el software propietario fueron IBM y Microsoft.
De esta manera, para evitar que los usuarios pudieran modificar o compartir el código, lo cual
conllevaría a una pérdida en ventas, las empresas decidieron utilizar medidas de seguridad, por
ejemplo, solo entregar copias encriptadas y no el código fuente. Con el tiempo, el código entró a ser
protegido bajo las leyes de los derechos de autor.
Aquellos que habían participado en los comienzos del software colaborativo, no estaban de acuerdo
con la prohibición de acceso al código fuente, de este modo, nace el proyecto GNU en 1983 a manos
de Richard Stallman, programador estadounidense de la Universidad de Harvard.
Éste buscaba crear un sistema operativo libre, el cual todos pudieran modificar y mejorar. Junto con
él, Stallman estableció los principios del software libre. Finalmente, en 1992, Linus Torvalds,
programador de la Universidad de Helsinki en Finlandia, se une a Stallman y crean el sistema
operativo Linux.
Los principios del software libre
Anteriormente se mencionó que, junto con el proyecto de GNU, también nacieron los principios de
qué era el software libre. Sin embargo, ¿cuáles son exactamente estos y qué lo diferencia del
software propietario?
En primer lugar, se debe aclarar que libre no es sinónimo de gratis. En inglés “free software” lleva a
esta confusión debido a que “free” puede significar libre o gratis. Por lo tanto, los activistas se han
dedicado a establecer que el software libre puede tener un coste monetario y no perdería su
caracterización.
Una vez aclarado esto, ¿qué hace entonces que un software sea libre? Stallman estableció cuatro
libertades básicas:
- La libertad cero, la cual permite que el usuario utilice el programa para el propósito que desee
- La libertad uno, con la que el usuario puede estudiar cómo funciona el software y cambiarlo a su antojo
- La libertad dos, para redistribuir copias
- Y, por último, la libertad tres, que indica que el usuario puede mejorar el programa y
- contribuir a la comunidad con estas mejoras
De ese modo, un software como Microsoft, que no es de licencia libre, no se puede redistribuir ni
modificar su código fuente ya que esto sería considerado una brecha de seguridad y un
incumplimiento del contrato de uso.
El futuro del Software libre
A pesar de que dicho modelo ha tenido muchos detractores, especialmente Bill Gates, fundador de
Microsoft, quienes consideran que este incumple los derechos de autor y evita que avance la
tecnología, este se ha infiltrado en la vida cotidiana de muchos usuarios sin que siquiera se den
cuenta.
Entre los más populares está el navegador Mozilla Firefox, Libre Office, una alternativa a Microsoft
Office gratuita y GIMP, para la edición de fotografía. No solo esto, sino que plataformas como
Facebook, Google y sistemas operativos como Android tienen en sus infraestructuras básicas
software libre.
El software libre, contrario de la concepción general, en lugar de detener el avance, lo impulsa. Los
errores pueden ser corregidos rápidamente por usuarios apasionados. Asimismo, una brecha de
seguridad es fácilmente detectada gracias a que el código es público.
Por esto, el espíritu original de las primeras comunidades de programación regresa en el software
libre: resolución de problema y colaboración, todo en pro de una tecnología al servicio de todos.